El que clasifica los juegos

¡Ay! Las categorías… Las etiquetas… El clasificar. “El hombre es un animal que encasilla cosas”, parafraseando al filósofo. ¿Por qué esa manía con clasificar, con poner un género, con dividir en tipos de cosas? Puede que sea un intento de gobernar lo ingobernable de la realidad. Puede que sea una forma meramente práctica de referirse a las cosas sin toparse con la incomprensión. Puede que sea un esquema destinado, precisamente, a ser roto. No lo sé muy bien.

Lo que sí sé es que los juegos no se escapan de esta manía clasificatoria. A continuación, ofrezco mi particular análisis de las diferentes categorías que existen hoy en el mundo de los juegos. Espero que os arranquen aunque sea una sonrisa.

· Juegos de gestión de recursos: Son los que realizas una vez que llegas a algún alto cargo (sueles tener que ganar unas elecciones antes, aunque no siempre). Gana el primero que manda el país a la ruina. Son muy populares en el sur de Europa.

· Juegos de subastas: Vendrían a ser lo contrario de los anteriores. Hay unos países en apuros, y varios jugadores se disputan el rescatarles porque ellos son los responsables y los guays. Son muy populares en el norte de Europa (aunque están hasta las narices de jugar).

· Juegos de control de áreas: Aquellos que se producen cuando vas a vivir con tu pareja por primera vez. El primero que conquiste todos los rincones de la casa con todos sus trastos gana (nota: los hombres siempre pierden).

· Juegos de construcción de civilizaciones: Véase “Marina d’Or”.

Vista aérea de Marina d’Or, unos días antes de finalizar su construcción.

· Juegos de movimiento punto a punto: Se trata de aquellos en los que te hacen participar cuando entregas un papel a la burocracia. Entre un punto y otro suelen pasar unos cuatro meses. Depende de la importancia del papel (es directamente proporcional al tiempo que tarda en ser respondido).

· Juegos de faroleo: Cuando un amigo te dice aquello de “no tendrás narices de acercarte a la morena”… Serio peligro para la integridad física.

· Wargames: Se producen una vez al año en las puertas de los grandes almacenes, normalmente una vez al año, el día que empiezan las rebajas. El premio es salir en las noticias (nota: hace 300 años que gana la misma señora).

· Juegos abstractos: Son los juegos a los que te obliga a jugar el director de tu oficina bancaria cuando te explica ese “fabuloso producto financiero en el que no puedes dejar de invertir”. Actualmente, los autores están en pleito con los inventores de los Casinos. Estos les han demandado por copiarse la premisa esa de que “siempre gana la banca”.

· Juegos de colocación de losetas: Una clase de rareza lúdica popularizada por una conocida firma de muebles sueca. Consiste en venderte un montón de piezas que no encajan ni por asomo, bajo la premisa que encima las podría montar un niño. MODALIDAD ONLINE: Hay un modo diferente de juego, en la cual la típica amiga (que te hace una cierta gracia) te llama un día y te pide ayuda para montarlos, porque sabe que “es el trabajo ideal para ti”.

· Juegos de colocación de trabajadores: Antes se practicaban en las oficinas del INEM. Ahora ni eso. Están todos descatalogados desde hace años.

· Juegos de exploración de mazmorras: Vicisitud lúdica en la que un grupo de amigos te hace recorrer cien locales nocturnos degradados. En general se va en busca del tesoro y la princesa, aunque sólo se encuentran orcos borrachos y malolientes.

· Party games: Juegos que consisten en hacer el imbécil, soltar ridiculeces, hacer confesiones estúpidas o ponerse objetos extravagantes por el cuerpo. No suelen tener un ganador claro. Hay tanto gilipollas en este mundo que la cosa acaba siempre muy reñida.

Y finalmente…

· Juegos familiares: Artefactos inventados para conseguir que estés 6 años sin hablarte con alguien.

Publicado el 16 junio 2012 en General y etiquetado en , . Guarda el enlace permanente. 4 comentarios.

  1. Un Espontaneo

    ¿Y los «tira-tira»? Ah, vale, que estos tendrán un post para ellos solitos >:D

  2. Una entrada de juegos con critica social, política y cultural. Desde luego es novedoso, y encima te ha quedado graciosa, sobre todo los familiares ( que gran verdad)

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