Archivos Mensuales: marzo 2017

Cinco años del Club más especial

Tal día como hoy de hace exactamente 5 años, un grupo de personas que no se conocían de nada se encontraron en una sala de la Biblioteca Les Voltes (Sant Vicenç dels Horts). Lo recuerdo como si fuera ahora: era miércoles y eran las siete y media de la tarde. Me había llamado la atención un anuncio leído en ese foro que todos conocemos, en el que se proponía la creación de un nuevo grupo de juego en el Baix Llobregat. Esa tarde no tenía nada más interesante que hacer y pensé que por acercarme no perdía nada.

En ese momento, ni siquiera los que estábamos allí sabíamos exactamente qué queríamos hacer. Pero sabíamos que queríamos crear algo. Nuestra pasión eran los juegos, eso estaba claro. Pero queríamos hacer algo más que vivirla: queríamos contagiarla. Y que fuera una experiencia especial, única, para cualquiera que se acercara, aunque solo fuera movido por la curiosidad.

El Club Amatent es diferente a cualquier asociación lúdica de las que existía hasta entonces, y posiblemente de las que existen ahora; aunque más de un grupo se ha inspirado en él para nacer, o en algún caso, para renovarse. Todo el que ha vestido alguna vez esa camiseta azul lo entiende: el Amatent es especial. No hay argumentos racionales para afirmarlo, lo siento por los amantes del racionalismo cartesiano que pululan por las redes últimamente. Simplemente, el que ha estado dentro, aunque sea poco tiempo, lo sabe. Lo saben las tiendas y patrocinadores que se han animado a colaborar con él. Lo saben las otras asociaciones lúdicas, que siempre le han tendido la mano como un hermano mayor y le han ayudado generosamente a crecer. Y lo saben los que se han animado a venir como público a alguna de sus movidas. El Amatent es especial. Lo es porque lo es y punto.

El Club Amatent nos ha dado grandes alegrías a los que le ayudamos a nacer. También algún disgusto gordo, pero eso ya se sabe. Incluso la familia, que es lo que más queremos, nos da alguno de vez en cuando. Pero de todas las alegrías que nos ha dado, me permito destacar una: la segunda edición del Correjocs, la gran fiesta del azul celeste y el meeple amarillo; que superó con creces todo lo que se esperaba de él. Recuerdo que, ya hacia el final de las jornadas, se dijo algo que para mí es lo que lo hace tan especial: «en este club es muy fácil sentirse uno más de la familia». Seguiría suscribiendo esa frase hoy al 100%. Nuestro hobby como algo que nos permite unirnos, divertirnos, y ser buenos amigos. Seas quien seas. Tengas la edad que tengas. Vengas solo o con la familia. Allí siempre te esperan con los brazos abiertos.

Sería hipócrita no reconocer que quien esto escribe hace ya un tiempo que no asiste al club, y que en un determinado momento sintió que lo más prudente era retirarse. Pero eso no quita ni un ápice de legitimidad a la felicitación que quiero transmitir hoy, a todos sus miembros. Pasados, presentes y futuros, que sospecho que serán muchos más. Ocurre lo mismo que en todas las situaciones de la vida: algunos se marchan, otros nunca estuvieron y otros se han quedado; pero sería injusto valorar a través de parámetros personales un proyecto que es de tanta gente. Me he llevado, pensándolo egoístamente, grandes amistades: desde los que vienen a mi casa y se quedan jugando y disfrutando juntos hasta las cuatro de la noche; hasta los que me agarran un fin de semana y me llevan a hacer la cima más alta de algún lugar cercano (mis rodillas aún sufren por la bajada por esa tartera, ya te la devolveré). Más allá de eso, la verdad no deja de ser que el Amatent es especial. Y seguirá siéndolo cinco, diez o quince años más.

Felicidades pues a un club lúdico que a mi juicio está creando una verdadera revolución, aunque posiblemente sea sin darse cuenta siquiera. Y yo, desde la distancia del que ya solo mira desde la barrera, animo a todos los que están en él a seguir haciéndola.